Los métodos incluyen camuflaje, nocturnalidad, vida subterránea y mimetismo. La cripsis puede ser visual, olfatoria o auditoria. La palabra cripsis proviene del griego cryptos, 'oculto', que encontramos en criptografía, el arte o ciencia de cifrar y descifrar la información. Cripsis significa ocultar.
La forma más sencilla de ocultación visual es la que se logra mediante la homocromía (igual color) con el medio. El color puede ser fijo, adaptado a un ambiente constante, o cambiante, adaptado a los cambios estacionales o a cambios rápidos propios de un ambiente heterogéneo. El primer caso lo ilustra la liebre ártica, parda en verano y blanca en invierno, cuando todo el terreno está nevado.
El ejemplo clásico de color cambiante lo ofrecen los camaleones o las sepias, que cambian rápidamente de color a medida que se desplazan en su medio. Muchas especies presentan en esto polimorfismo, de manera que los individuos que crecen en un ambiente pueden presentar distinto color que los que lo hacen a unos cientos de metros, en un ambiente distinto por su color. Un fenómeno específico de homocromía es el que se observa en animales que son más oscuros del lado por el que reciben la luz. Muchos mamíferos presentan un vientre de color más claro que el dorso. El mismo caso se observa en muchos o la mayoría de los peces.